MENÚ PARA EL PROGRAMA DEL VIERNES 15 DE MAYO DE 2015
* Nuevas joyas discográficas con Abundio Ortiz: “Tu partida” y “Ya no quiero que me quieras”
* Escucharemos a la pianista Beatriz Murillo. Manuel Sabre Marroquín nació hace 101 años. Las mañanitas tapatías con Miguel Aceves y Chelo Flores y con Los Madrugadores de Pedro J. González. Tony Aguilar nació hace 96 años
* En la Cadena del Recuerdo, semblanza de Carlota Jaramillo. En la sección Serenata se hablará de Joaquín Pardavé
1. Este viernes en la sección La Carpa escucharemos a la agrupación Hot Boys, que fue el nombre con el que se dieron a conocer Los Xochimilcas. De acuerdo con datos de Luis Chapa, este cuarteto de músicos mexicanos originalmente se llamaban Los Hot Boys allá por el año de 1948 y sus integrantes eran César Sosa (acordeón), fundador y director del grupo, originario de Veracruz; Martin Armenta (trompeta), de Cocula, Jalisco; Antonio Caudillo (batería) y Francisco Gómez, mejor conocido como el Glostora, tocaba el contrabajo, estos dos últimos eran originarios del D.F. Vestían de etiqueta en sus presentaciones, sin embargo, musicalmente este grupo estaba adelantado a su época, ya que en su momento no fueron valorados como lo que realmente eran, unos grandes músicos, tocaban los ritmos de moda como el boogie, swing y el blues. En 1948 grabaron para el sello Comix los temas “Aburrido me voy”, de Joaquín Pardavé y “La virgen de la Macarena, de Bernardino Bautista. En 1949 son invitados a participar en las fiestas patrias, pero su vestimenta no era apropiada para este tipo de festejo, por lo que deciden modificar el nombre a Xochimilcas Boys, para cumplir con el compromiso y estar acorde con el evento. Pero debido al éxito que tuvieron dejaron su nombre simplemente como Los Xochimilcas y en diciembre de ese mismo año de 1945 graban dos temas, pero ahora para la compañía Peerless: “Xochimilcas Boogie” y “Nena”. Este viernes escucharemos una de sus primeras grabaciones como Los Hoy Boys.
2. Hace 96 años, el 17 de mayo de 1919 nació en Villanueva, Zacatecas, José Pascual Antonio Aguilar Márquez Barraza, mejor conocido como Tony o Antonio Aguilar. Es considerado una leyenda de la música popular mexicana. En su infancia vivió en una hacienda de Tayahua, adquirida por sus ancestros a principios del siglo XIX. Su madre cantaba en una iglesia en Villanueva, y es ella a quien atribuye Antonio su vocación por el canto. Mariano, un tío de Antonio, intentó pagarle la carrera de aviación en Nueva York pero éste le retiró su apoyo al enterarse que cambió su carrera por una beca para cantantes en La Gran Manzana (Nueva York). Fue a Hollywood para estudiar canto de 1940 a 1941 y cuando empezó a trabajar en Tijuana ganaba a la semana 12 dólares. Regresó a la Ciudad de México en 1945 y, desde entonces siguió estudiando canto, de tal manera que podía interpretar lo mismo canciones del género popular que operístico. Al principio empezó cantando boleros pero después se cambió al traje de charro cuando estando en Puerto Rico el músico y compositor Rafael Hernández Marín le sugirió que cantara la música vernácula ranchera, pues su tono de voz se prestaba a ese estilo de música. Recibió del Bachiller Álvaro Gálvez la oportunidad de cantar en la XEW en julio de 1950, y a partir de ahí empezó a despuntar como estrella. Murió el 19 de junio de 2007.
3. Manuel Sabre Marroquín nació hace 101 años, el 15 de mayo de 1914, en la ciudad de San Luis Potosí. Murió el 28 de febrero de 1990. Cancionero, hermano de José Sabre. Manuel cursó la mayor parte de su formación musical de modo autodidacto. En 1934 se trasladó a la ciudad de México e ingresó a la radioemisora XEW como pianista; a partir de ese año acompañó a numerosos cancionistas. Tuvo éxito divulgando sus propias canciones, entre las cuales destacan “La número cien” y “La torcida”, ambas con texto de Ernesto M. Cortázar y grabadas por Ramón Armengod, entre otros. Las primeras giras las hizo como parte de la compañía de Emilio Cantú, como pianista acompañante; luego, con la compañía de Dorita Ceprano, y posteriormente con el señor Emilio Cabrera. Después viajó mucho tiempo con la Compañía de Paco Miller, donde también trabajaba María Victoria. De Manuel Sabre son las canciones “A puerta cerrada”, “Bendita tú”, “Cuéntame tu vida”, “Definitivamente”, “Eterno dolor”, “Final de cuentas”, “Frente al mar”, “Fuiste tú”, “Hoy y Siempre”, “Me faltas tú”, “Mil veces adiós”, “No pido más”, “Por qué Razón”, “Qué te cuesta”, “Travesura”, “Tu amor se impone” y “Ya perdí la Cuenta”. Escribió también obras para piano solo (Minué, Vals), y para piano y violín (Nostalgia). Este viernes escucharemos algunos de sus boleros en voces como Salvador García, Eduardo Alexander y Gaby Daltas. (Con datos de Diccionario Enciclopédico de Música en México, de Gabriel Pareyón, y SACM).
4. Gracias a la amable colaboración de Luis Chapa y de Rogelio Antonio Ramos seguimos presentando nuevos hallazgos discográficos del desconocido cantante Abundio Ortiz, de quien ya hemos presentado en ocasiones anteriores diversos garbanzos de a libra. En esta ocasión presentaremos los temas “Tu partida”, de Gonzalo Curiel y “Ya no quiero que me quieras”, de Alfonso Esparza Oteo. Ambos grabados para el sello DECCA. Como ya lo habíamos anotado, Abundio Ortiz realizó una gran cantidad de discos de 78 rpm durante la década de los años treinta para los sellos discográficos DECCA y Bluebird, principalmente. Ortiz fue, aparte de cantante solista, un destacado guitarrista, pero hay pocos datos biográficos de él. El investigador musical Óscar Berruecos Uribe señala que Abundio Ortiz era una voz que decía las canciones como su admirado Agustín Lara, de quien interpretó y grabó muchas canciones en esa década de los treinta. Desde la opinión del equipo de Hasta que el cuerpo Aguante, su tono recuerda mucho aquella antigua voz del trovador peninsular Octavio Mas Montes. Abundio Ortiz se hace acompañar en algunos discos con una o dos guitarras, pero en otros más el acompañamiento musical incluye violín y piano. Aparte de interpretar a Agustín Lara, Abundio Ortiz cantó también temas como “Agua le pido a mi dios”, “El limoncito”. El caimán”, “A lo macho”, “El borlote”, “Tanto he sufrido” y otras, así como algunos boleros de Gonzalo Curiel y Rafael Hernández, entre otros.
4. Gracias a la amable colaboración de Luis Chapa y de Rogelio Antonio Ramos seguimos presentando nuevos hallazgos discográficos del desconocido cantante Abundio Ortiz, de quien ya hemos presentado en ocasiones anteriores diversos garbanzos de a libra. En esta ocasión presentaremos los temas “Tu partida”, de Gonzalo Curiel y “Ya no quiero que me quieras”, de Alfonso Esparza Oteo. Ambos grabados para el sello DECCA. Como ya lo habíamos anotado, Abundio Ortiz realizó una gran cantidad de discos de 78 rpm durante la década de los años treinta para los sellos discográficos DECCA y Bluebird, principalmente. Ortiz fue, aparte de cantante solista, un destacado guitarrista, pero hay pocos datos biográficos de él. El investigador musical Óscar Berruecos Uribe señala que Abundio Ortiz era una voz que decía las canciones como su admirado Agustín Lara, de quien interpretó y grabó muchas canciones en esa década de los treinta. Desde la opinión del equipo de Hasta que el cuerpo Aguante, su tono recuerda mucho aquella antigua voz del trovador peninsular Octavio Mas Montes. Abundio Ortiz se hace acompañar en algunos discos con una o dos guitarras, pero en otros más el acompañamiento musical incluye violín y piano. Aparte de interpretar a Agustín Lara, Abundio Ortiz cantó también temas como “Agua le pido a mi dios”, “El limoncito”. El caimán”, “A lo macho”, “El borlote”, “Tanto he sufrido” y otras, así como algunos boleros de Gonzalo Curiel y Rafael Hernández, entre otros.
5. Las Mañanitas es una canción tradicional mexicana que suele cantarse en otros países de América Latina en fiestas de onomásticos, generalmente se canta antes de comer el pastel del festejado y antiguamente era costumbre llevarlas de serenata a jóvenes casaderas. Según el Diccionario Enciclopédico de Música en México de Gabriel Pareyón, Las Mañanitas, al igual que La Malagueña, La Petenera o el Cielito lindo, no son una sola canción, sino un estilo más o menos ambiguo dentro del cual aparecen canciones bajo ese mismo nombre. Mientras una petenera o soledad se interpreta o se improvisa para expresar el dolor de una traición amorosa y un cielito lindo se canta para ganar el cariño de una mujer, unas mañanitas se cantan para alabar a alguien en su cumpleaños. Las mañanitas son siempre en tempo moderado y metro de 6/8, y su letra casi siempre incluye los versos: “Éstas son las mañanitas/ que cantaba el rey David / hoy por ser día de tu santo / te las cantamos a ti”, que posiblemente fueron traídos a México de España, en los siglos XVI o XVII. A fines del siglo XVIII aparecieron otros tipos de mañanitas incorporados a los sonecitos del país, formados por sones y jarabes. A mediados del siglo XIX se consagró una versión particular, que es la que continúa cantándose en México, con pocas transformaciones, hasta hoy. En esta ocasión escucharemos dos versiones interesantes de “Las Mañanitas tapatías”: la primera en voz de Miguel Aceves Mejía acompañado de la cantante Chelo Flores y después presentaremos una versión de Los Madrugadores de Don Pedro J. González.
6. Una de las pianistas que destacó en la música popular en los años cuarentas y cincuentas fue Beatriz Murillo. Lamentablemente hay pocos datos de ella. Es una pena que en los discos antiguos LP al escribir en las contraportadas algo referente a la carrera y biografía del artista, normalmente eran palabras huecas de relleno que poco apartaban para conocer al artista. Un ejemplo de ello es la contraportada de su disco “Noches en el Caribe”, grabado para el sello Musart. La palabrería hueca sobre ella decía lo siguiente: “Beatriz Murillo poseedora de una gran sensibilidad y sólida técnica ha captado el mensaje de la música popular y la ha elevado a una categoría que sólo puede tener cuando es sentida y expresada magistralmente. El extraordinario oficio pianístico de Beatriz Murillo es un detalle significativo para reconocerla dentro de los músicos famosos nacionales como un valor difícilmente comparable. En forma especial ella sabe concebir la sinuosa línea de la música tropical. Esa música que tiene un carácter peculiar y un vigoroso colorido. Esa música, que en increíble amalgama, mezcla los aromas del mar y el cimbrar de las palmas, con un ritmo poderoso y sensual que tiene su origen en el más primitivo y vital movimiento de danza. Beatriz murillo no se aparta de la tradicional interpretación de los ritmos tropicales, al imprimir su propia y definida personalidad en sus versiones. Con su piano y su conjunto rítmico hace de cada una de las piezas hace un vivo ejemplo del ambiente predominante y del color propio del país donde esas canciones han sido creadas…”. Como verá sólo palabrería y pocos datos de su biografía.
7. En la Cadena del Recuerdo escucharemos una aportación desde Ecuador de Gloria Ruiz Castañeda, colaboradora de la emisora Radio Cristal de Guayaquil Ecuador, 870 AM, quien nos hablará sobre la cantante ecuatoriana Carlota Jaramillo, La Reina del Pasillo Ecuatoriano. Considerada por los amantes de este género como inmortal, María Isabel Carlota Jaramillo Jaramillo nació en Calacalí, en la provincia de Pichincha, el 9 de julio de 1904, y murió en Quito el 10 de diciembre de 1987, cuando tenía 83 años. En el libro Lo mejor del siglo XX de Oswaldo Carrión, se lee que en 1922 por conmemoración de la Batalla del Pichincha se organizó un concurso de canto para aficionados en el Teatro Sucre, el primer premio era una guitarra. Carlota y su hermana Inés, que en ese tiempo estudiaban para convertirse en profesoras en el Normal Manuela Cañizares, ganaron el primer premio entre 19 participantes, siendo ellas las únicas mujeres, luego se convirtió en animadora principal del espectáculo en la ciudad de Quito. Grabó su primer disco en 1938 en los estudios de radio El Prado de Riobamba, el pasillo “Amor grande y lejano” de su cuñado Ángel Leonidas. Los mil discos que se editaron se agotaron rápidamente. Luego siguió con “Honda pena”, autoría de Carlos Villafañe y Guillermo Garzón. En 1942 grabó junto a Luis Alberto Valencia el pasillo “Sendas distintas”, que compuso su esposo Jorge Araujo, en el sello Odeón de Argentina, que luego sería editado por Ifesa de Ecuador. (Con información de El Universo de Guayaquil, www.eluniverso.com).
* El orden en que se anuncian las canciones no necesariamente es el orden en que se presentarán durante el programa.
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