MENÚ PARA EL PROGRAMA DEL VIERNES 13 DE FEBRERO DE 2015
* Destacaremos la obra de Gabriel Ruiz, Rafael Hernández, Núñez de Borbón, entre otros
* Además, presentaremos la voz atenorada de un desconocido cantante de antaño: Luis M. Bañuelos. En La Carpa escucharemos "Amores de un charro” y La Maquinista del amor”. Canciones de amor de la familia Domínguez Borrás.
* En la Cadena del recuerdo una semblanza del compositor chileno Francisco Flores del Campo. En la sección Serenata, la obra de Manuel M. Ponce
1. En esta ocasión presentaremos, en víspera del 14 de febrero, solamente canciones que en su título llevan la palabra “AMOR”, la mayoría de ellas son boleros. Diferentes compositores se han apoyado de eso que llaman AMOR para escribir letras y música de los más famosos boleros. Decía Efrén Sáenz, integrante del trío romántico Los Soberanos, que “el bolero es una historia de amor en tres minutos”. Uno de esos compositores que cantó al AMOR es Gabriel Ruiz, de quien escucharemos “Amor, amor, amor”, en voz de Jaime Nolla Reyes; “Qué cosa es el amor”, en la voz de Mario Alberto Rodriguez; y “Qué viva el amor”, en la interpretación de Toñy Aguilar. Gabriel Ruiz nació el 18 de Marzo de 1908, en Guadalajara, Jalisco. Estudió la carrera de medicina pero su verdadera vocación fue la música. Realizó estudios musicales en Guadalajara. En 1930, ingresó al Conservatorio Nacional de Música. Cuatro años después se presentó en el Teatro Abreu, con la Orquesta Sinfónica de México como violinista, bajo la dirección de Carlos Chávez. Sus primeras obras fueron las canciones “Inútil” y “Reto”, ambas en coautoría con Ricardo López Méndez. También realizó obras en coautoría con Mario Molina Montes, Rodolfo Chamaco Sandoval, Teddy Fregoso y Elías Nandino, entre otros. Gabriel Ruiz Galindo falleció el 31 de enero de 1999.
2. Del compositor mexicano Alfredo Núñez de Borbón presentaremos el bolero “Ay amor”, en una toma radial de la Voz de Antioquia interpretado en los años cincuenta por Marilú, La muñequita que canta. Alfredo Núñez de Borbón nació el 8 de agosto de 1908 en la ciudad de México. Según la SACM, desde niño tuvo inclinación por la música. A la edad de siete años, el día de su santo pidió que le regalaran un violín, lo cual hicieron, pero también contrataron al maestro Rocabruna para que le diera clases. Al poco tiempo demostró su dedicación, al grado de que lejos de cansarse, prefería ensayar y practicar, en lugar de salir a jugar. A los diecisiete años de edad se fue de gira a Atlanta, Estados Unidos, con la orquesta de Miguel Lerdo de Tejada, sin el consentimiento de su madre. Su padre había fallecido cuando él tenía ocho años. Al terminar la gira se quedó en Atlanta, y de allí se dirigió a Nueva York, con el propósito de continuar sus estudios musicales. En Nueva York conoció a Lyna Boytler, esposa de Arcady Boytler, ambos rusos de nacimiento. Ella cantaba en la calle 46. Al escuchar a Alfredo y su conjunto los contrató para acompañarla, lo que hicieron durante mucho tiempo. Por motivo de negocios Arcady Boytler vino a México, y con él su esposa. Una vez aquí, le ofrecieron a Lyna una serie de programas en la XEW. Ella aceptó con la única condición de que trajeran a Alfredo de Nueva York para acompañarla, ya que él conocía perfectamente su repertorio. Así fue como regresó a México Alfredo Núñez de Borbón, en 1936, contaba con veintiocho años de edad.
3. Pero, para cantar un bolero, aparte de un buen letrista y una buena música, se necesita una extraordinaria voz, y una de esas voces legendarias de antaño que se recuerdan es la del español que hizo carrera en cuba Luis Álvarez Cuervo, quien interpretará el tango “Amor”, de Belisario de Jesús García. Luis Álvarez nació en Gijón, España, el 7 de abril de 1901. Sus primeras actuaciones profesionales fueron en Nicaragua, con el pianista local David Sequeira. Don Jaime Rico Salazar, citando a Don Hernán Restrepo Duque, afirma que Luis Álvarez emigró a los 18 años a Cuba donde tenía dos hermanos, pasó a Boston a estudiar en su Conservatorio y para los años 1926 a 1927 actuaba como tenor en compañías de ópera. En 1934 ingresó al elenco de la RCA Victor, en donde grabó un selecto repertorio musical latinoamericano. Actuó en la National Broadcasting de Nueva York, grabó muchos discos, solo y a dúo con Margarita Cueto y con las Dos Marías. Viajó a México para participar en aquella serie de Picot, empresa que patrocinó sus primeros viajes por la América. Un director artístico de la Víctor lo retiró del elenco dizque porque resultaba absurdo que un español interpretara música mejicana. Luis Álvarez continuó su carrera en los Estados Unidos, retirándose a vivir en Los Ángeles donde falleció en 1990.
4. Otra extraordinaria voz para el bolero y el amor es la del venezolano Felipe Pirela, con quien escucharemos el tema “Amor se escribe con llanto”, del colombiano Álvaro Dalmar. Felipe Antonio Pirela Morón nació en Maracaibo, el 4 de septiembre de 1941 y murió en San Juan de Puerto Rico, el 2 de julio de 1972. Fue conocido como "El Bolerista de América". En 1957 trabaja en los espacios radiales de una radioemisora de Maracaibo e incursiona en un espacio de aficionados en un show televisivo que entonces transmitía la televisora Radio Caracas Televisión, obteniendo el tercer lugar. En Caracas, en julio de 1958, actúa en locales nocturnos, además de la emisora Radio Caracas Radio. Al regresar a Maracaibo, es contratado por la orquesta Los Peniques, con la cual se inicia como profesional. El músico, director y arreglista dominicano Billo Frómeta, en un baile, le escuchó cantar y mostró interés por sus servicios, pues estaba reagrupando su orquesta Billo's Caracas Boys. Se cuenta que, al saber de la visita del ya afamado músico, la familia Pirela Morón preparó una comida en honor de éste pero apenas apareció en casa de esta familia, Frómeta sólo anunció a Felipe Pirela su decisión de contratarlo, y luego se marchó inmediatamente. Con esta orquesta, Felipe Pirela disfrutó de amplia popularidad, lo que hacía que en sus presentaciones se produjeran manifestaciones de grandes cantidades de público y se agotaran rápidamente las entradas a los bailes.
5. En México, la familia de músicos chiapanecos Domínguez Borrás compusieron gran cantidad de boleros que diferentes cantantes llevaros al disco, como Amor que muere, de Alberto Domínguez, que escucharemos en voz de la tapatía Lupita Palomera, así como “Amor del bueno”, compuesto por Abel Domínguez, que presentaremos en versión del cantante de Chihuahua Miguel Aceves Mejía. Los Domínguez Borrás conformaron una familia de músicos chiapanecos que destacaron tanto en la composición, como en la interpretación, principalmente con su agrupación de la Lira Marimba de los Hermanos Domínguez. Los Domínguez Borrás fueron nietos de Corazón de Jesús Borrás, creador de la marimba de doble teclado. Originarios de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, durante los años cuarentas se presentaban en la naciente radio y en los diversos lugares de espectáculo en la capital mexicana, asimismo acompañaron a muchos cantantes en muchas grabaciones de discos de 78 rpm. Aunque tal vez Alberto Domínguez fue el más destacado músico de la familia, debido a canciones tan famosas como “Perfidia” o “Frenesí”, no podemos olvidar a Abel, creador de boleros como “Óyelo bien” o “Tormento”; Ernesto, compositor de “Adiós en el puerto”, “Buganbilia” y “Deseo”, entre otros boleros; y Armando “El chamaco”, de quien se recuerdan canciones como “Miénteme” y “Sin saber porqué”. (Foto AMEF).
6. En la sección Serenata de Radio universidad Veracruzana presentaremos algunos comentarios que Don Pablo García Dueñas hará de la obra del compositor Manuel M. Ponce, quien es considerado como el padre del nacionalismo musical mexicano. En 1912 realizó un concierto con obras que contenían características que se consideraban por primera vez genuinamente mexicanistas. De este modo, 1912 se considera el inicio del movimiento nacionalista en la música mexicana. Por esta época tuvo como alumno al que vendría a consolidar el movimiento nacionalista, Carlos Chávez. Algunos autores consideran a Ponce un Felipe Pedrell mexicano. Ponce proclamaba que los compositores debían inspirarse en la música y cantos populares de su país embelleciendo las canciones y dándoles altura artística, evitando lo vulgar, lo feo, ruin y despreciable. Por medio del refinamiento de las armonizaciones de los cantos populares, Ponce pretendía rescatar y ennoblecer la música nacional; cualidades a las que la generación de nacionalistas siguientes se opondría enérgicamente. Una razón lógica de este aspecto es que Ponce desarrolló gran parte de sus propuestas musicales en los años previos a la Revolución mexicana. El medio musical de Ponce se movía en las sociedades de la música de salón y de la élite artística de los últimos años del Porfiriato. Ponce evitaba en lo posible cualquier referencia a la música indígena por considerarla carente de refinamiento.
7. Del compositor puertorriqueño Rafael Hernández presentaremos los boleros “Amor fingido”, en las voces de Guty Cárdenas y Fausto Delgado; asimismo escucharemos “Desvelo de amor”, con la versión nuevamente del cantante puertorriqueño Fausto Delgado. La obra musical de Rafael Hernández constituye un legado de incalculable valor en el pentagrama de la música puertorriqueña e hispanoamericana. Su legado de arte al mundo abarca prácticamente todos los géneros musicales, entre sus canciones se encuentran: "Lamento Borincano", "Silencio", "Ausencia", "Campanitas de Cristal", "Preciosa”, "El Cumbanchero", pero, quizás su canción más famosa sea “Lamento Borincano”, que ha sido grabada por numerosos artistas desde que se escribió. Ella representa las luchas del jíbaro puertorriqueño para poder subsistir; el arquetipo de un héroe que el pueblo puertorriqueño se ha identificado con muy de cerca. Identificarse con este pobre jíbaro, desanimado por su inhabilidad de vender sus mercancías en la placita del pueblo puede ser interpretado como representación de la lucha propia de Puerto Rico por su identidad nacional e independencia en la cara de su historia colonial. Una de las versiones más viejas de la canción fue interpretada por Alonso Ortiz Tirado.
9. Además también escucharemos otras canciones y boleros que llevan en su título la palabra AMOR, entre ellas la yucateca “Amor secreto”, en las veces de Lupe y Raúl; asimismo escucharemos la desconocida voz de un tenor de antaño llamado Luis M. Bañuelos quien cantará “Nidito de amor”; Con Julio Jaramillo presentaremos “Senderito de amor”; con Manuel Pomián una canción de rompe y rasga en la sección Rinconcito Arrabalero llamada “La mil amores”. De Tito Guízar en voz de Pedro infante “Amores de ayer”; con la tropical voz de Daniel Santos y de Pedro Junco, “Amor”. En la sección La carpa presentaremos “Amores de un charro”, diálogo cómico con Maximiano Rosales, y con Sofía Álvarez “La maquinista del amor”.
10. En la sección La Cadena del recuerdo escucharemos una semblanza del compositor chileno Francisco Flores del Campo. La producción de esta Cadena del recuerdo será de Raúl Pinto Zúñiga, del programa “Con raíces de América”, de la emisora chilena Radio Nueva Belén de Puerto Montt. Francisco Flores del Campo nació hace 108 años en la ciudad de Santiago, el 16 de febrero de 1907 y murió en la misma ciudad el 11 de diciembre de 1993. Fue un compositor, intérprete y actor, considerado uno de los compositores más populares y relevantes de la Nueva Canción Chilena del siglo XX. Una rebelde afección a la garganta le impidió seguir en el canto, pero ello le permitió dedicar todas sus energías a la composición musical, en lo que fue prolífico. Sus obras fueron interpretadas por Pedro Vargas, Leo Marini, Antonio Prieto, Lucho Gatica, Los Cuatros Huasos, Sonia y Miriam, Vicente Bianchi, Valentín Trujillo, Silvia Infantas, Los Chalchaleros y Arturo Gatica, entre otros. De las 150 obras registradas que posee, muchas de ellas han sido grabadas, con sonoros éxitos. Una de sus obras más conocidas es la musicalización de la obra “La pérgola de las flores”, de la autora chilena Isidora Aguirre, una comedia musical estrenada en 1960, y ambientada en Santiago a fines de la década de 1920. Flores del Campo compuso la música en función de los ritmos en boga de aquellos años, agregando a ello melodías provenientes de la música folclórica chilena.
* El orden en que se anuncian las canciones no necesariamente es el orden en que se presentarán durante el programa.
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