MENÚ PARA EL PROGRAMA DEL VIERNES 21 DE JULIO DE 2017
* Platicaremos con Pablo Dueñas, cronista experto en música popular mexicana
* Presentaremos diversas grabaciones extraídas de las producciones de AMEF* Desde Mazatlán, Sinaloa, escucharemos algunas canciones de Fernando Valadez
* En la Cadena del recuerdo, desde Chile, una semblanza del actor y cantante Jorge Yáñez
1. Este viernes platicaremos vía telefónica con Pablo Dueñas Herrera, cronista experto en música popular mexicana, Médico egresado del Instituto Politécnico Nacional, que está a cargo de la programación en la estación XEB (La B Grande de México) del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), y quien junto a Jesús Flores Escalante, fallecido en octubre de 2012, iniciaron con la Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos (AMEF). Fundada en 1985 por los cronistas de la cultura popular Jesús Flores y Escalante y Pablo Dueñas, la AMEF representa una de las entidades privadas más importantes de Latinoamérica que resguarda un archivo fonográfico, hemerográfico y fotográfico, sobre más de un siglo de vida popular a partir de 1890. Esta asociación no solamente ha editado una gran cantidad de discos LP y discos compactos en donde incluye gran cantidad de grabaciones antiguas tomadas de antiguos discos de 78 rpm, también ha editado muchos libros sobre el tema y también se han dictado muchas conferencias, además de dar a conocer todos estos temas a través de sus espacios en diversas emisoras de radio a lo largo de estos últimos años. En Hasta que el Cuerpo Aguante presentaremos este viernes un programa con diversas grabaciones extraídas de la extensa producción discográfica editada por la AMEF, que son autenticas joyas históricas y verdaderos garbanzos de a libra. (Imagen tomada del Facebook de Pablo Dueñas).
2. En un reportaje sobre la magia del fonógrafo publicado en el mes de octubre de 2009 por la Revista Relatos e Historias en México, Pablo Duelas relata cómo en los albores del siglo XX "a los tranvías y bombilla eléctrica se agregó el fonógrafo, mágico aparato que entró por la puerta de los hogares y se quedó hasta nuestros días". La bella publicidad de aquella época incitaba a la adquisición de una de estas máquinas parlantes que, por cierto, no eran baratas: su precio se cotizaba en pesos oro, aunque se podían pagar a plazos. Además, la magia de estas máquinas daba el gusto de grabar la propia voz, o cualquier otro sonido que se dirigiera a la bocina del aparato la que, a su vez, plasmado el fonograma, difundía el sonido de lo ya grabado en un cilindro virgen. Estos cilindros en forma de vaso se fabricaban en una pasta negra conocida como shellac o también de materias fenólicas. Por cierto, en España y en algunas partes de Europa, al cilindro, al disco de 78 revoluciones por minuto y al de vinilo se les conocen como shellac. Hacia 1902, el formato cilíndrico (invento de Edison) comenzó a ser desplazado por el disco plano en forma de plato, invención de la competencia encabezada por Emile Berliner; su forma permitió mayor facilidad para su fabricación en serie a partir de una matriz, y aunque resultaban más quebradizos y ruidosos, se podían trasladar y almacenar de manera más práctica.
A partir de 1905, los buscadores de talento de los distintos sellos fonográficos -Victor, Columbia, Odeón y Zonophone- decidieron contratar a las artistas y músicos más representativos de cada género y estilo: poesía, teatro, marchas militares, cuplés, valses, diálogos cómicos, música romántica, etcétera, con el fin de de poner a la venta cientos de discos que no sólo serían distribuidos en su país de origen, sino en todo el mundo.Cita Pablo Dueñas que a principios del siglo XX, en México se contrató para grabar discos a Juan de Dios Peza, "el poeta del hogar"; los actores de teatro Esperanza Iris, Paco Gavilanes y Leopoldo El cuatezón Beristáin; los cantantes Rubén Romero Malpica, Felipe Llera y José Torres Ovando; así como a la Orquesta Típica Miguel Lerdo de Tejada, la Banda de Zapadores, y el Trío Arriaga. "Por su parte, Tomás Alva Edison grabó en 1909 un mensaje con la voz del presidente Porfirio Díaz, mismo que se distribuyó para su venta en cilindros fonográficos; se comercializaron alrededor de 300 copias de aquel documento. Por otra parte, el actor Julito Ayala narró a través de diversos fonogramas los sucesos históricos más relevantes de las dos primeras décadas del siglo XX, al porfiriato y la Revolución; bajo el mismo proceso, plasma temas como: La batalla del Monte de las Cruces y La batalla del 5 de mayo en Puebla; continuó grabando, en plena reyerta revolucionaria, los discursos más importantes, incluida una arenga del presidente Madero que muchos historiadores han calificado como la propia voz del mártir coahuilense, sin ser verdad.
Dueñas asegura que "desconocemos las causas" de que México no contara con fábricas de discos hasta 1927, "a diferencia de Brasil o Argentina que tuvieron su industria propia cuando comenzaba el siglo XX". Pablo Dueñas afirma que las matrices de esas nuevas grabaciones, "una vez procesadas y convertidas a discos de 78 RPM fabricados en Estados Unidos (de una o dos caras) tuvieron enorme éxito en México", mencionando algunos cómicos cuyos discos lograron éxito de una industria en pañales: "Ábrego y Picazo, y Rosales y Robinson lo mismo interpretaban una danza sentimental de moda (Yo te amo, María, Las tres cartas, Paloma blanca), que canciones descriptivas del entorno citadino (Pollos, pollas y lagartijos, Las coplas de Don Simón, San Lunes, Los chismes de la portera), y cuadros cómicos dramatizados, repletos de albures, de doble sentido u del habla popular barriobajera (Corrida de toros por Gaona, Proceso de un borrachito, Un circo de barrio, Un paseo en Santa Anita). "Incluso registraron discursos irreverentes como del Vale Coyote, que contenía parodias de los próceres de nuestra independencia Hidalgo, Juárez y Morelos La grabación del ‘vale’ comienza diciendo, después de cantar in Himno Nacional Mexicano y semejando un corrido popular: “Eran las noches del quince y dieciséis de septiembre de mil ochocientos diez litros de aguardiente… ”. A partir de 1930, la fonografía nacional fue creciendo cada vez más, conformando el medio de comunicación cultural de mayor importancia junto con la radio y el cine sonoro, que dio sus primeros balbuceos con Santa, nuestra primera cinta sonorizada con la intervención de la Compañía Nacional de Discos, la que abrió un nuevo cauce a nuestra memoria auditiva. Así se fue dando el devenir histórico de la fonografía en México. (Con datos de Revista Relatos e Historias en México; número 14, octubre 2009).
3. Una de las producciones que han editado es el disco compacto Historia del Bolero. El bolero no nació por generación espontánea sin una base o estructura premeditada. El bolero surgió debido a la necesidad de comunicar sentimientos, emociones, vivencias y principalmente dibujar el entorno literario de su lugar de origen, Cuba. Una vez hecho realidad, a través de la música y la lírica, éste tuvo que viajar a los lugares más cercanos a su nacimiento, como por ejemplo México, que en sus litorales e incluso en el centro y el norte del país, inició su proliferación, quedando como materia de cultivo donde nuestros compositores lo enriquecieron con el estilo a la mexicana. Este bolero, híbrido ya, tuvo por fuerza que haber reflejado el aspecto social, histórico y emocional de sus seguidores, motivo por el cual vemos reflejado en cada una de las letras aquí presentadas, formas, cosas, regiones y palabras de una gran inminencia coloquial que sin lugar a dudas corresponden a nuestra propia esencia, sin haber perdido con el paso de los años, su estructura original de gran sabor a la provincia oriental de Cuba, su hogar santiaguero; este Santiago, antañón, coloquial, tradicionalista, hacedor del bolero romántico.
4. En el disco Los Duetos Mexicanos, tradición centenaria se incluyen diversas grabaciones con duetos mexicanos. Desde julio de 1905 cuando la compañía Victor Talking Machine Co., inció sus sesiones de grabación en la Ciudad de México; en el país se encontraba ya plenamente establecida la interpretación de canciones mexicanas a dos voces, con repertorios integrados por danzas populares, rutinas cómicas y escenas descriptivas. Abrego-Picazo y Rosales-Robinsón, dos dúos masculinos de similares características y de gran arraigo en circos, carpas y teatros populares, lograron darnos a través de sus innumerables fonogramas un panorama fiel de los géneros populares de hace un siglo, pudiendo asomarnos así a las costumbres, modismos y estilos que determinaron el proceso de la canción ranchera concebida en las principales ciudades de nuestro país. En este disco podemos escuchar algunos duetos como Felipe y Juanita, Pepe y chabela o Las Cantadoras del bajío, Ray y Laurita, entre otros extraordinarios duetos mexicanos de antaño. Y también canciones como “El bato gacho”, “No seas malita”, “La barca de oro”, “Los Barandales del puente” y otras.
5. Otra extraordinaria producción realizada en los años ochentas por la AMEF fue el disco La Segunda Guerra Mundial y su Música, en el que podemos disfrutar de canciones como "Corrido del potrero del llano", "América unida", "Mi madre y la guerra", "Adiós a mi novia", "Despedida", "Humanidad" y otros temas de los años cuarentas que se escuchaban en tiempos de la conflagración mundial. En el disco de 33 rpm se pueden escuchar las voces de cantantes extraídas de antiguos discos de 78 rpm como Pedro Vargas, Julio Flores, Tito Guízar, Fernando Rosas, Martín y Eloísa y otros más. Durante los seis años que duró la Segunda Guerra Mundial, el mundo y México siguieron paso a paso los dramáticos sucesos de un conflicto de proporciones insospechadas. En ese tramo de la historia la radio jugó un papel importantísimo como medio informativo, persuasivo y evasivo. Hoy, muchos años de distancia, algunos sucesos de esa época comprueban que los países poderosos ejercieron basta influencia sobre la radio mexicana. El periodista e investigador José Luis Ortiz Garza dista mucho de las versiones oficiales en cuanto a la radio mexicana. Egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Ortiz Garza afirma en su libro La guerra de las Ondas que los programas más populares, las horas con mayor y mejor recepción en todo el país, las inversiones más fuertes, las experimentaciones más novedosas y los resultados más determinantes estuvieron estrictamente vinculados a intereses marcados por la propaganda patrocinada principalmente por los Estados Unidos.
6. Fernando Valadez es autor de varias lindas canciones que él mismo interpretaba en su piano. Fue famoso no sólo en México sino en otros países de América. Incluso existe una anécdota muy conocida refiere que su popularidad fue tal, que en Santo Domingo, República Dominicana, en su lucha por derrocar al presidente Leónidas Trujillo, un grupo de revolucionarios tomó su fama y pintaron en una manta un letrero “No disparen, aquí viene Fernando Valadez”. Según el desaparecido blog de música popular mexicana, Fernando Valadez Lejarza nació el 1 de abril de 1920 en el bello puerto de Mazatlán, Sinaloa, en el seno de una familia de distinguidos intelectuales mexicanos. Su familia era de alcurnia, acaudalada y culta, por lo que creció en un ambiente de selecta cultura y refinada educación musical y poética. Por sus venas corría sangre de poeta (su padre lo era), lo que influyó en su posterior talento para la composición poética y musical. Se casó con Lucila Valdéz Tirado, una joven bellísima con la cual procreó catorce hijos. De su inspiración es “Asómate a mi alma”, dedicada e inspirada por su esposa, doña Lucila, asimismo “Porque no he de llorar”, que compuso a la muerte de su mamá, doña Esther, “Cántale Mar” a su lugar natal, “Regalo del cielo” que hasta la fecha varias de sus hijas se pelean (amistosamente) por ser las inspiradoras. Fue marido ejemplar y al saber a su esposa enferma y desahuciada, se hunde en la depresión y muere de un infarto en diciembre de 1979.
7. En la sección La cadena del recuerdo, desde Puerto Montt, Chile, Raúl Pinto Zúñiga, del programa Con raíces de América de la emisora Radio Nueva Belén, nos ofrecerá una semblanza de Jorge Yáñez, actor, cantante, poeta chileno nacido en Santiago de Chile el 10 de febrero de 1937. Participó en diversas telenovelas de canal 13, como “El teleteatro del cuento Calaf”, “El Litre 4711”, “Los títeres”, “Ángel malo”, “La última cruz” y “Los 80”, entre otras. También actuó en diversas películas como “El Chacal de Nahueltoro” (1968), “Caliche Sangriento” (1969) y “Julio comienza en Julio” (1978). Simultáneamente a su carrera de actor, comenzó en la segunda parte de la década de 1960 a participar en proyectos musicales. Participó en los grupos Los de la Trilla y luego Los Moros. En 1977, ya como solista, graba el tema que le da trascendencia definitiva a su carrera musical: el vals chilote «El gorro de lana». Su carrera, aún vigente hasta ahora, continúa con esporádicas presentaciones dentro y fuera de Chile, siendo homenajeado por sus cincuenta años de carrera artística, cumplida en septiembre de 2012. También fue parte del célebre elenco de payadores formado junto a Santos Rubio, Pedro Yáñez y Benedicto Piojo Salinas. Dos de sus hijos, Jorge y Leo Yáñez, son integrantes del grupo de fusión folclórica y rockera Huaika, y con ellos el padre mantiene hasta hoy una carrera activa en el circuito de actos y festivales folclóricos.
Estas canciones y otras más son las que le presentaremos este viernes 21 de JULIO de 2017 en “Hasta que el cuerpo aguante”, desde Aguascalientes, México.
* El orden en que se anuncian las canciones no necesariamente es el orden en que se presentarán durante el programa.
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