MENÚ PARA EL PROGRAMA DEL VIERNES 02 DE FEBRERO DE 2018
* Alfonso Esparza Oteo, a 68 años de su fallecimiento, y en cabina, Las Tranqueñitas
* En la sección La Carpa: Amor chiquito y Yo quiero de eso con Pepe y Juanita* Además, lo que quedamos a deber la semana pasada: Arturo Vázquez El chueco. El pasodoble Cañitas, dedicado al torero Carlos Vera. Asimismo, oiremos un fragmento del programa México y sus canciones, de la radio de antaño en Aguascalientes
* En la sección La cadena del recuerdo, Atahualpa Yupanqui, nacido hace 110 años; en la sección Ay Jalisco no te rajes, recordaremos a Gabriel Ruiz; y en Una canción colombiana para el mundo oiremos Nadie me espera con letra del poeta Carlos Villafañe
1. Además de contar en cabina con la presencia en vivo del dueto Las Tranqueñitas, conformado por las hermanas María del Pilar y Rosa del Carmen Hernández Martínez, este viernes, entre otros contenidos, recordaremos al compositor aguascalentense Alfonso Esparza Oteo, a 68 años de su fallecimiento, ocurrido el 31 de enero de 1958. Esparza Oteo nació el 2 de agosto de 1894, en la ciudad de Aguascalientes; fue el segundo de los 10 hijos de don Luis R. Esparza y doña Concepción Oteo. El padre de Alfonso fue un músico distinguido y reconocido por su versatilidad, ya que sabía tocar varios instrumentos. Desde muy temprana edad Alfonso mostró su inclinación por actividades y distracciones relacionadas con el arte; disfrutaba organizando funciones de títeres o como tramoyista y cantante, entre otras cosas. De su padre recibió las primeras lecciones de solfeo y piano. Más adelante asistió a la academia del presbítero Fermín Ramírez, donde tuvo la oportunidad de instruirse con maestros, como Juan María Cisneros, Arnulfo Miramontes y Manuel M. Ponce, de quienes recibió clases de piano, órgano y canto, y composición, respectivamente. En marzo de 1919, Esparza Oteo viajó a la ciudad de México. Su único equipaje eran varias composiciones escritas, una mente plena de inspiración y un ánimo avasallador. Ya en la capital se instaló en una casa de huéspedes, y decidido, comenzó a tocar puertas en busca de oportunidades. De esa forma llegó a la Casa Wagner, una de las más reconocidas, y donde le ofrecieron un empleo que aceptó. Al poco tiempo fue distinguido por su capacidad, sentido de responsabilidad y don de gente. En el Teatro Lírico, en 1920, estrenó su obra de mayor proyección internacional: "Un viejo amor”, en coautoría con el Güero Adolfo Fernández. En la época del gobierno del Gral. Álvaro Obregón (1920-1924), Alfonso Esparza Oteo se convirtió en el compositor de moda en México, gracias a lo cual pudo conocer al Presidente, quien lo nombró Director de la Orquesta Típica Presidencia.
2. En la sección Ay Jalisco no te rajes, nuestro colaborador en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, Alberto Ramírez Martínez conversó con el Dr. Pablo Dueñas, con quien habló sobre, Director de la XEB, La B Grande de México, quien nos habló sobre Gabriel Ruiz, compositor nacido en la ciudad de Guadalajara, el 18 de marzo de 1908. Cursó estudios de Medicina, pero su verdadera vocación fue la música, vivió en su ciudad natal hasta los 22 años. En 1930 viajó a la ciudad de México e ingreso al Conservatorio Nacional de Música, donde fue un alumno sobresaliente y becado, pues la música lo apasionaba, aprendió a tocar el piano y el violín con gran destreza. En 1935 llegó a solicitar trabajo en la XEW y fue contratado. Uno de sus primeros trabajos fue acompañar al piano al cantante Antonio Badú. En sus inicios como compositor, decía que no quería entrarle al bolero porque sentía que era terreno de Agustín Lara y sin embrago cuando incursiono en el género, creó composiciones con una estructura extraordinaria. En 1944 consigue la tan deseada fama con la canción "Amor, Amor", que fue incluida en la película de Hollywood "Al compás de Broadway “. Gabriel Ruiz tenía una gran capacidad para musicalizar los versos de los mejores letristas de la época de oro de la canción romántica en México, como Ricardo López Méndez, José Antonio Zorrilla, Mario Molina Montes, Gabriel Luna de la Fuente y Rodolfo "El chamaco" Sandoval, entre otros. La canción “Mazatlán”, por ejemplo, cuenta con la letra del poeta Elías Nandino, por este talento se le nombro "El melodista de América".
3. En la sección La Carpa escucharemos dos joyas discográficas de gran valor: “Amor chiquito” y “Yo quiero de eso”, interpretadas por el dueto de los años treinta llamado Pepe y Juanita, integrado por la hidrocálida Juanita Escoto y Pepe Gutiérrez. En ese tiempo era muy común la conformación de duetos mixtos que grabaron gran cantidad de discos. Pablo Dueñas y Jesús Flores y Escalante afirman que, durante las dos primeras décadas del siglo XX, los duetos rancheros fueron evitados o quizá ignorados por todos los medios de comunicación existentes en ese tiempo, fenómeno que desapareció a principios de los años veinte, justo en el momento que se indicaba la corriente nacionalista, que involucró a la pintura, la literatura y especialmente a la música. Fue en ese lapso cuando los registros fonográficos mostraron la riqueza existente en el aspecto de los duetos, desde los hoy totalmente descocidos como García-Chaques, More-Rubí, Dueto Tapatío y Almenar y Benavides, hasta aquellos que lograron gran fama como los Hermanos Bañuelos o Felipe Llera y Julia Irigoyen. Varios nombres sobresalientes que conformaron duetos en esos años son Manolita Arriola, quien formó duetos como Las Soldadoras y Las Cantadoras del Bajío; Ray Pérez y Soto hizo duetos como Ray y Laurita, Ray y Eloísa o Margarita y Ray; Martín Becerra conformó los duetos Martín y Eloísa y el dueto Martín y Malena; Lupe la Chinaca hizo duetos con Juan Mendoza y Pepe Guízar, finalmente Pepe Gutiérrez destaca por sus duetos con Lucha Reyes, con quien conformó Los Trovadores tapatíos, asimismo Pepe Gutiérrez también hizo los duetos Pepe y Laura, Pepe y Chabela (con Isabel Castellanos), Pepe y Elvira, conformado con Elvira Rodríguez, y el que escucharemos, Pepe y Juanita, conformado con Juanita Escoto.
4. En la sección Una canción colombiana para el mundo, a cargo del coleccionista Alberto Cardona Libreros, nos ofrecerá una grabación con el dueto de Antaño, se trata del tema “Nadie me espera”, con música del ecuatoriano Francisco Paredes Herrera y letra del poeta Carlos Villafañe, quien además era escritor y crítico taurino colombiano. Villafañe nació en Roldanillo, Valle del Cauda en 1881 o 1882 y murió en 1959. Autor de inolvidables crónicas humorísticas, con el seudónimo de Tic-Tac publicó su columna Crónicas bogotanas en numerosos periódicos, y se considera el primer cronista del Centenario. De humor crítico y filudo, hábil en los malabares del lenguaje, hacia los años veinte fue uno de los cronistas estrella de la revista Cromos de Bogotá, y luego fijó sus reales en El Tiempo. Villafañe vestía con menosprecio de su apariencia personal, usaba gafas doradas y sombrero de ala de cucaracha, regalo que le hacía cada diez años, Enrique Santos, Calibán. En la capital de la República se metió a los círculos literarios y muy joven llegó a ser parte de la “Gruta Simbólica”, de la cual llegó a ser miembro destacado. Fue ésta una reunión clandestina de poetas y escritores bohemios que infringía los toques de queda de la "Guerra de los Mil Días" (1899 – 1902), para hacer sus tenidas de conversaciones, tragos, música, letras y política, por supuesto. Amigo íntimo de Julio Flórez, Eduardo Ortega, Clímaco Soto Borda, Jorge Pombo, emulaba con ellos en la expresión de la poesía romántica, en el calembour de moda en aquella época, en las aventuras bohemias. Era noctámbulo y escribía acostado en su cama, apoyando el papel sobre las rodillas. Sino escribía salía a caminar hasta la madrugada con una gabardina al hombro y fumando incesantemente pequeños tabacos que consumía sólo hasta la mitad.
5. Este viernes recodaremos al Cuarteto de Hernando Avilés. El Cuarteto de Hernando Avilés fue un grupo de cuatro elementos que cantaba a tres voces. Lo más sobresaliente es que tenía como primera voz a su creador Hernando Avilés, una de las primeras voces más admiradas internacionalmente en materia de tríos. Su hermosa voz, sus altos y finos alcances, su suave modulación, su forma de expresar musicalmente las canciones, y el haber sido parte constitutiva del padre de todos los tríos, Los Panchos, lo convirtieron en una primera voz de auténtica leyenda. El requinto era Salvador Barbosa, dueño de un excelente gusto. Sus introducciones y adornos son de una creatividad indiscutible, en los que, además, se combinan las guitarras para hacer arreglos a dos o tres cuerdas. Guillermo Romero y Fabián León eran las voces segunda y tercera del grupo. Barbosa, no obstante que sabía cantar, pues cantaba en su trío original, en el Cuarteto se dedicaba fundamentalmente a tocar requinto. Una distinción del Cuarteto era que se presentaban siempre vestidos de frac, nunca en traje de calle o en smoking. Avilés era tan meticuloso en materia de vestimenta que en sus presentaciones evitaba sentarse antes de salir a escena para que ninguna prenda sufriera alguna pequeña arruga. En la vida diaria tenía la costumbre de cambiarse de camisa dos o tres veces al día. El grupo se mantuvo unido durante cinco años, de 1952 a 1956. En el último año, estando en Sao Paulo, Brasil, donde no gozaban de la fama que tenían en otras partes, sufren una crisis económica que los lleva al rompimiento. Avilés regresa a México. Fabián León fallece en Brasil. El Cuarteto grabó 41 canciones en versión original y 10 en segunda versión, lo que hace un total de 51 canciones grabadas. (Fuente: Historia – Cuarteto Hernando Avilés).
PROGRAMACIÓN PENDIENTE DE LA SEMANA PASADA
6. De nueva cuanta y ahora en la sección Rinconcito arrabalero, escucharemos la voz siempre identificable del cantante y compositor fronterizo Arturo Vázquez. Gracias a la amable colaboración de Omar Martínez, desde Tamaulipas, presentaremos este viernes algunas canciones con la especial y muy característica voz de este cantante a quien le decían “El Chueco”. Según datos aportados por Omar, Arturo Vázquez era originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas y fue muy famoso en el noreste de México durante los años treinta y cuarenta. Era también compositor y él fue quien escribió el famoso bolero arrabalero “Escoria humana”, que, entre otros, grabaron las Hermanas Padilla. Trabajó mucho en centros nocturnos de dudosa reputación (principalmente en bares, cantinas y en negocios ubicados en las llamadas zonas rojas) de Nuevo Laredo y Monterrey, principalmente, y se acompañaba de su piano. “El Chueco” Vázquez poseía un estilo muy característico para cantar con una voz muy delgada y chillona. Interpretaba boleros y canciones de desamor con el mismo estilo que el veracruzano Manuel Pomián, quien por cierto también grabó el bolero “Escoria Humana”. “El Chueco” padecía estrabismo y arrastraba una de sus piernas, de ahí el apodo. Grabó para Discos Falcón y Discos Imperiales, entre otros sellos discográficos. Su rostro le daba un aire al actor Alejandro Ciangherotti (véase foto). Sin duda Arturo Vázquez era un bohemio empedernido.
7. Gracias a las amables peticiones de los radioescuchas presentaremos el pasodoble “Cañitas”, en la voz del cantante Julio Flores, acompañado de la orquesta de Juan S. Garrido. Este tema musical está dedicado al torero mexicano Carlos Vera a quien le decían “Cañitas”. En su columna “A los toros”, Enrique Vázquez Legarreta, en "El Siglo de Torreón", escribió el pasado 12 de febrero de 2009 que el torero mexicano Carlos Vera "Cañitas" fue un caso asombroso de precocidad, ya que antes de cumplir 9 años de edad se presentó en El Toreo de la Condesa de la Ciudad de México (16 de septiembre de 1929), lidiando un eral de la ganadería de "alpaso". Una década después inició su campaña novilleril en el mismo ruedo de la Colonia Condesa de la Capital. Carlos Vera se caracterizó por ser un torero animoso que intentaba todo con tal de obtener las palmas de los aficionados, derrochaba valor y fue un gran exponente del segundo tercio. "Cañitas" nació el 27 de septiembre de 1920. Las estadísticas mencionan que es el torero mexicano con más actuaciones en La Monumental de Las Ventas en Madrid, sin embargo, se menciona que en el Coso de Insurgentes de la Capital Mexicana actuó solamente en una ocasión, en una corrida no oficial que se celebró el 10 de abril de 1955 con motivo del rodaje de la película "El niño y el toro", dirigida por Irving Rapper y que fue premiada con el Oscar al mejor guión. El cartel lo complementaron Fermín Rivera e Ignacio Treviño. Carlos Vera "Cañitas" tomó la alternativa el 26 de octubre de 1941, de manos de Lorenzo Garza, actuando como testigo "Espartero de México" (Manuel Gutiérrez, diestro, aunque muy valiente, nunca debió usurpar el nombre del torero sevillano Manuel García). "Cañitas" falleció en la Capital Mexicana el 19 de febrero de 1985, a causa de un infarto de miocardio.
8. Este viernes presentaremos la primera de tres partes dedicadas a recordar un programa de radio legendario en la radio de Aguascalientes. Dentro de la radio en esta ciudad, destaca la participación de un locutor que marcó época en la emisora XEBI: Ángel Ortega Carmona. Fue uno de los locutores más representativos en los más de 75 años de historia de esa emisora llamada entonces Radio Central. Ortega Carmona fue quien produjo y condujo durante varios años el programa “México y sus canciones”. Don Pedro Rivas Cuellar, fundador de la XEBI, comentó en una entrevista hecha por el equipo de Hasta que el Cuerpo Aguante hace unos años, que este programa inició entre 1942 y 1943. Sobre Ángel Ortega, en un ejemplar del periódico local El Sol del Centro del 14 de junio de 1945, en la columna Cine-Radio-Cositas, escrita por KO-KO, se dice lo siguiente: “…Ángel Ortega Carmona, el ya tantas veces nombrado Jaibo, en épocas pasadas en que laboraba en la XES de Tampico, Tamaulipas, no sólo era locutor sino también cómico que creara el personaje llamado Don Timoteo y otro nombrado Tanasio, ojalá y nos demuestre su calidad cómica en la XEBI, haciendo sus timoteadas o sus tanasiadas”. Rivas Cuellar, al hablar de Ortega Carmona, cuenta en la entrevista comentada que, durante un breve tiempo, en los años cuarenta, él mismo se lo llevó a trabajar a una estación de radio de Celaya, Guanajuato, aunque después regresó a la XEBI. Este viernes y como grata supresa presentaremos un fragmento del comentado programa “México y sus canciones”.
9. En la sección La Cadena del recuerdo, escucharemos una semblanza del cantante argentino Atahualpa Yupanqui, nacido hace 110 años, el 31 de enero de 1908. Su nombre verdadero era Héctor Roberto Chavero. Murió el 23 de mayo de 1992. Fue un cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino. Se le considera el más importante músico argentino de folklore. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Su padre mestizo de origen quechua, era oriundo de Monte Redondo, en la provincia argentina de Santiago del Estero, y su madre, de apellido Aramburu, era criolla de padres vascos. Su infancia transcurrió en Agustín Roca (partido de Junín), donde su padre trabajaba en el ferrocarril como telegrafista y se dedicaba también a la doma de caballos. Inicialmente estudió violín con el padre Rosáenz, el cura del pueblo. Más tarde aprendió a tocar la guitarra en la ciudad de Junín con el concertista Bautista Almirón, quien sería su único maestro. Inicialmente vivió en Junín en la casa de Almirón; posteriormente regresó al pueblo de Roca y viajaba 16 km a caballo para tomar las lecciones en la ciudad. Con Almirón, Roberto Chavero descubrió la música de Sor, Albéniz, Granados y Tárrega, y también las transcripciones para guitarra de obras de Schubert, Liszt, Beethoven, Bach y Schumann. En 1917 con su familia pasó unas vacaciones en la provincia de Tucumán, y allí conoció un nuevo paisaje y una nueva música, con sus propios instrumentos, como el bombo y el arpa india, y sus propios ritmos, la zamba, entre ellos. Con el correr de los años, a causa de su afiliación al Partido Comunista, Yupanqui sufrió la censura durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Fue detenido y encarcelado varias veces. Al respecto ha dicho Yupanqui: En tiempos de Perón estuve varios años sin poder trabajar en la Argentina... Me acusaban de todo, hasta del crimen de la semana que viene.
Estas canciones y otras más son las que le presentaremos este viernes 02 de FEBRERO de 2018 en “Hasta que el cuerpo aguante”, desde Aguascalientes, México.
* El orden en que se anuncian las canciones no necesariamente es el orden en que se presentarán durante el programa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario